El arzobispo Ricardo Ezzati, mediador en el conflicto mapuche, llamó al miércoles al gobierno a acoger las demandas de indígenas presos para poner fin a su huelga de hambre de 73 días, que tiene a ocho de ellos hospitalizados en grave estado.
``Frente a situaciones extremas hay que buscar todos los caminos, no solamente el camino legal, sino todos los caminos que el humanismo del país sugiere también para esto'', expresó a radio Cooperativa desde la ciudad de Concepción.
En esa ciudad a 500 kilómetros al sur del país se encuentran hospitalizados cuatro de los ayunantes. Los otros cuatro están internados en dos hospitales de localidades más al sur y, según uno de los voceros mapuches, en grave estado.
Los 35 presos mapuches en huelga de hambre en cinco cárceles, de los cuales 32 cumplieron 73 días de ayuno, limitaron sus demandas a no ser juzgados por las acciones violentas de que son acusados por la ley antiterrorista y simultáneamente por la justicia militar, y a que en los procesos no participen testigos sin rostro.
``Lo que a mí me parece fundamental es que se dé respuesta a esos tres puntos, y estoy convencido de que con eso la huelga de hambre caería'', agregó Ezzati, a quien hace ocho días el gobierno solicitó mediar para poner fin al prolongado ayuno.
Pero sus gestiones de facilitador destinadas a establecer una mesa de diálogo entre las partes no han prosperado, mientras el gobierno exige a los mapuches deponer su protesta antes de sentarse a conversar.
El arzobispo agregó que luego que el gobierno no logró la víspera que el Congreso aprobara las modificaciones a una severa ley antiterrorista, la solución legislativa quedó ``mucho más lejos''.
``Espero que en el día de hoy el gobierno busque otros caminos y ese camino siempre, pienso, es posible encontrarlo'', apuntó monseñor Ezzati.
Señaló que el conflicto mapuche ``necesita que la suma justicia no se derive en una suma injusticia''.
Jorge Huenchullán, portavoz de los 11 mapuches en huelga de hambre en la ciudad de Angol, dijo a la AP que la situación de los indígenas hospitalizados ``es preocupante, muy deteriorada'' y que de proseguir su ayuno están en riesgo sus vidas.
``Frente a situaciones extremas hay que buscar todos los caminos, no solamente el camino legal, sino todos los caminos que el humanismo del país sugiere también para esto'', expresó a radio Cooperativa desde la ciudad de Concepción.
En esa ciudad a 500 kilómetros al sur del país se encuentran hospitalizados cuatro de los ayunantes. Los otros cuatro están internados en dos hospitales de localidades más al sur y, según uno de los voceros mapuches, en grave estado.
Los 35 presos mapuches en huelga de hambre en cinco cárceles, de los cuales 32 cumplieron 73 días de ayuno, limitaron sus demandas a no ser juzgados por las acciones violentas de que son acusados por la ley antiterrorista y simultáneamente por la justicia militar, y a que en los procesos no participen testigos sin rostro.
``Lo que a mí me parece fundamental es que se dé respuesta a esos tres puntos, y estoy convencido de que con eso la huelga de hambre caería'', agregó Ezzati, a quien hace ocho días el gobierno solicitó mediar para poner fin al prolongado ayuno.
Pero sus gestiones de facilitador destinadas a establecer una mesa de diálogo entre las partes no han prosperado, mientras el gobierno exige a los mapuches deponer su protesta antes de sentarse a conversar.
El arzobispo agregó que luego que el gobierno no logró la víspera que el Congreso aprobara las modificaciones a una severa ley antiterrorista, la solución legislativa quedó ``mucho más lejos''.
``Espero que en el día de hoy el gobierno busque otros caminos y ese camino siempre, pienso, es posible encontrarlo'', apuntó monseñor Ezzati.
Señaló que el conflicto mapuche ``necesita que la suma justicia no se derive en una suma injusticia''.
Jorge Huenchullán, portavoz de los 11 mapuches en huelga de hambre en la ciudad de Angol, dijo a la AP que la situación de los indígenas hospitalizados ``es preocupante, muy deteriorada'' y que de proseguir su ayuno están en riesgo sus vidas.
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